Viejos sí, pero elegantes...

Han pasado algo más de cinco años desde la última publicación que hicimos. Por los motivos que fueran (hace tanto que ya no me acuerdo) dejamos de mantener este blog activo. Es curioso echarle una ojeadita ahora y ver los buenos ratos que te trae a la memoria: las cenas, las excursiones y el inmejorable momentazo del chiste de “Malfelino”. Todos estos momentos los recuerdo con agrado, forman parte de un momento dulce de nuestras vidas y al volver a ellos uno no sabe por qué pero sonríe.

En este tiempo hemos seguido haciendo las mismas cosas: excursiones, cenas, comidas, fiestas, pero no se nos ocurrió seguir escribiéndolas en el blog. ¿Las razones? Un poco de todo bien mezclado y agitado: Un poco de pereza, pues hace falta dedicación para mantener esto activo y al día y es muy fácil no encontrar un momento para escribir lo vivido; un poco de obligaciones, pues nuestro día a día fue complicándose y nuestras horas libres desapareciendo poco a poco; por último, un poco de nuevas tecnologías. Mantener un blog como diario personal en la red que pueda ayudar a otros, influir en los demás, o simplemente satisfacer el deseo individual de decirle al mundo lo que uno piensa (aunque el mundo no lo lea) puede ser todavía actual, pero tener un blog pensado cómo espacio común de un grupo de amigos en el que  narrar las experiencias vividas y planificar proyectos futuros estando el feisbuk, twitter, dropbox, whatsapp, line y demás herramientas progres no parece estar muy de moda en nuestros días. Pero que se le va a hacer: también está de moda el e-book y yo soy de tapa dura de toda la vida

El caso es que cinco años envejecen y de qué manera: ahora entre nuestros hobbies se encuentra salir a correr, ¡¡¡pa flipar!!!, correr por correr, por sentirse uno sano, por quitarse ese mal de conciencia de habernos puesto hasta el …duodeno el fin de semana. Lo jodido es que uno se siente bien, muy bien: duerme de maravilla porqué está cansado y satisfecho y quiere más. El Decatlhon se convierte en nuestra segunda casa: un reloj, un pantaloncito, una camiseta súper molona que acaba bañada en sudor, unas zapatillas “wwrrraaannnin” con un gel de la leche en la suela. En fin, viejos, sí, pero elegantes.

La otra variante es la bici. Los biciclistas de nuestro grupo nos queremos engañar a nosotros mismos pensando que la bici nos hace más jóvenes y molones porque vamos en un vehículo, más veloces, explorando nuevos territorios, bajando por terrenos complicados y descargando un poco más de adrenalina. Pero en el fondo es lo mismo, sentirse sano y a gusto con uno mismo, orgulloso de completar las kilometradas y subir las cuestas que nos encontramos por el camino.  Si el corredor se vuelve más pijín cuanto más profundiza en su nuevo hobbie, el biciclista se lleva la palma: no sólo tiene que equiparse él sino también a la bici. Entre sus enseres indispensables: unas mallas con compresa llamadas cullotte; un cuentatestosterona, una maquinita que te dice los kilómetros que has hecho y la velocidad en que lo has conseguido, te muestra a las claras cuán macho eres y, a menudo, cuán nenaza; y una mochila camello con una bolsa para suero en su interior y algunos bolsillos en los que a duras penas caben la cartera, el móvil y las llaves. En fin, lo mismo. Viejos sí, pero elegantes.

El caso es que nos hemos aficionado a la bici, y de qué manera. Y de ahí que nos hayamos planteado recuperar este espacio con la finalidad de antaño: narrar las excursiones que hagamos, contar nuestras vivencias y compartir experiencias. Puede que sea anacrónico, pero qué coño, nos apetece.

P.D. Hay cosas que no cambian. En cinco años no he aprendido a “sintetizar” mi discurso no ha menguado lo más mínimo. XD

P.D2. He dejado por describir otra variante por no tener muchos adeptos en nuestro grupo: Jonathan, EL DETECTIVE, desoyendo todos nuestros consejos, se ha metido pa lo hondo y le ha dado por la “espele” diminutivo cariñoso que utiliza para referirse a la espeleología. El resto, incultos como somos, y desconocedores del maravilloso mundo interior de este planeta nos referimos a él como BATJONY y espero que sea él el que algún día nos cuente aquí los maravillosos placeres de ese deporte…