divendres, 19 d’abril del 2013

Objetivo Montserrat: 3ª incursión y conclusiones



A los pocos días, estaba yo dándole vueltas a la ruta. En mi mente se había fraguado la idea de que aquel camino que no cogimos debía de ahorrarnos una buena kilometrada. El Camí Roig es fácil de seguir, está en muy buenas condiciones y no tiene pendientes muy exigentes. Sin embargo, da un rodeo considerable al acercase a Terrassa para luego volver a desviarse para Ullastrell. La preocupación por ese rodeo unido a la intriga por descubrir esa conexión entre rubí y la “Serra de l’Oleguera”, por saber si ese camino que descubrimos era o no ciclable me llevó una mañana a coger la bici.

 
Sin más compañía que mi montura, pedalee hasta la llana, dejé a la derecha el “Castell” y enfile por el camino de  Can Ximelis hasta la masía de Feliu. Desde allí, carretera de Ullastrell hasta el desvío del Foix y un poco más adelante, a la derecha, encontré el camino que según Google llevaba hasta la “Serra de l’Oleguera”. Lo seguí y, aunque en algunos tramos tuve que bajarme de la bici, pude llegar al camino ancho en seguida.

Duda resuelta: había encontrado el camino y confirmado que era mucho más rápido que el “Camí Roig” a pesar de los dos tramos en que había de bajarse de la bici. En ese momento calculé que podríamos ahorrar cerca de una hora. En mi opinión, el día que finalmente nos aventuremos a Montserrat habremos de hacerlo por este camino, mucho más directo que el otro.



Posteriormente, después de la excursión al Montseny que aún tengo que narrar, realizamos esa ruta Gemma, Miguel, Sergi, Picón, Bro y Yo. Llegamos a Ullastrell y volvimos por el camí Roig haciendo una larga escala en el restaurante “el Mirador” (más que recomendable si alguien pasa por ahí, por su carne a la brasa)

El caso es que ya tenemos claro el recorrido: llegaremos a Ullastrell por este camino, llegaremos al pueblo y buscaremos allí el camino que ha de llevarnos a Olesa de Montserrat. Desde Olesa hasta Monistrol de Montserrat, población que hay que cruzar para coger el “camí de la Puda” Desde ahí se nos abren varias opciones dependiendo del transporte de la vuelta y de sí queremos llegar al Monasterio.



El caso es que el próximo 1 de Mayo abordaremos la aventura. Sólo queda prepararse y mentalizarse.

Objetivo Montserrat: 2ª incursión



 

Habíamos quedado satisfechos de nuestra primera incursión a la ruta de Montserrat y habíamos decidido realizarla con toda la trupe. Así que al primer domingo que se pudo, se llevó a cabo.

En la Llana aparecieron Sergi, Miriam, que estrenaba bici nueva, Melani, Miguel (que por fin se apuntaba) y un servidor. El día no pudo ser mejor: el sol brillaba con fuerza, libre de toda nube, lo que sin duda nos permitiría gozar de la panorámica de Montserrat durante la mayoría del trayecto.


Tras repasar la primera incursión, mirando y remirando el Google Maps, había decidido hacer la ida a Ullastrell por el mismo camino que la vez anterior y el regreso a Rubí explorando un nuevo camino, que en el momento de la salida no sabía exactamente dónde nos llevaría.

La ida fue un paseo, a ritmo tranquilo pero constante subimos sin apenas pararnos de la bicicleta. Sin embargo, al llegar a la altura de Vista Alegre, Don Mike, se percató que la rueda trasera de la picon’s bike perdía aire. Parada obligada y taller improvisado: cambiamos la cámara y guardamos la vieja para repararla más adelante. Proseguimos nuestra ruta sin más incidentes y llegamos hasta Ullastrell. Allí tantee al personal, la gente estaba muy contenta con la ruta y tenía ganas de más. Explique mi idea de volver por otro camino, consiguiendo así una ruta circular, y expliqué los riesgos.



Aceptada la propuesta, tiramos “pa lante”. Cruzamos la carretera y recorrimos la urbanización de Can Amat, al final de la cual dimos con el camino de la “Serra de l’Oleguera”. Cruzamos la carretera de Martorell e iniciamos el descenso. Hay que decir, que la “Serra de l’Oleguera” es el camino que se utiliza para la peregrinación a Montserrat desde Rubí por lo que estaba convencido que ese camino, de alguna u otra manera, estaba conectado con nuestro destino, de manera que sólo teníamos que encontrar esa conexión.


Iniciamos el descenso por una pista ancha y enseguida cogimos velocidad. El camino está lleno de saltos, así que Miguel, Sergi y yo no divertimos de lo lindo haciendo volar las bicis. Íbamos reagrupándonos cada poco para explorar las posibilidades del camino y para esperar a nuestras chicas, mucho más sensatas sobre la bici que nosotros. En una de esas paradas, encontramos un camino a la izquierda con indicaciones del “Centre Excursionista Rubí”. Desde nuestra posición podía verse el vertedero de Can Carreras, cercano al instituto JV Foix. Era evidente que ese camino podía llevarnos a Rubí. Sin embargo, al asomarnos al camino nos topamos con una pendiente empinadísima con una enorme regadera en su interior que nos disuadió de aventurarnos por ese camino. Optimistas como somos, pensamos que habría una manera más accesible de llegar a nuestra ciudad, así que decidimos seguir por la pista ancha y sus saltos. Comenzamos el último tramo de descenso sin saber dónde acabaríamos, gozando de la velocidad y de los saltos que más de un susto nos dieron. Cuando fuimos a darnos cuenta estábamos en Castellbisbal. Tocaba subir y ¡de qué manera!

Encontrarnos en Castellbisbal, cuando hacía rato que soñábamos con una cervecita fresquita y un platito de bravas, mermo nuestra moral y la media hora extra de bici se nos hizo eterna, pero la resolvimos sin problemas. Llegamos a Rubí y nos fuimos directos a por el “Vermú”.

Ya con la cerveza en la mano pude comprobar que la ruta había satisfecho a todo el mundo. Vi en ese momento, que Miguel no volvería a fallar y que el gusanillo de la bici se estaba asentando en Miriam. El grupo estaba creciendo y las ganas del personal también. En adelante, será más fácil que la gente se anime. Y, ya se sabe, cuanto más seamos…. 


dimecres, 17 d’abril del 2013

Objetivo Montserrat: 1ª Incursión


Con el objetivo de alcanzar Montserrat hemos ido realizando diversas incursiones con tal de, llegado el momento, afrontar la ruta con las mayores garantías, teniendo las ideas más o menos claras y convencidos de poderla realizar.

1ª Incursión: Sergi y yo queríamos salir en bici, pero nadie más se apuntó, por lo que nos pareció buena idea coger el camino que en ese momento nos parecía era el más adecuado hasta Montserrat. La idea era aprovechar la salida en bici para reconocer el terreno: comprobar si era fácil de seguir, qué tipo de terreno sería, si había mucha pendiente, muchos tramos de carretera, etc. En cuanto nos pareciera suficiente nos daríamos la vuelta y regresaríamos a casa.
Quedamos en la Llana y tras hablar un poco de la ruta enfilamos hacía el Camí Roig , una pista ancha que picaba un poco hacía arriba. Seguimos ese camino que nos llevó hasta “els 4 vents”. Ahí cruzamos la carretera de Martorell y por el lateral nos adentramos en una urbanización que debía llevarnos a un camino. Lo encontramos. Era un caminito estrecho y sinuoso repleto de zarzas a los lados y muy divertido que nos llevó hasta cerca de Ullastrell pasando por Can Solà. Al llegar a una hípica vimos unos letreros que indicaban Montserrat a la derecha y a la derecha que fuimos. Bordeamos la hípica por una pista amplia y poco a poco el camino fue empinándose cuesta abajo. Empezamos a bajar, pero la presión de la vuelta hizo mella, en la siguiente señal que vimos nos paramos a estudiarla. El camino se dividía en dos: por la derecha indicaba Castellbell y el Vilar, pasando por Rellinars; el de la izquierda, iba derecho a Olesa de Montserrat. 

Decidimos dar la vuelta y volver por donde habíamos venido charlando tranquilamente de cuál de los dos caminos sería más conveniente seguir cuando afrontemos definitivamente la ruta a Montserrat.


Conclusiones: Toda la ruta fue relativamente sencilla y asequible. El Camí Roig pica hacía arriba, pero sin ninguna rampa de esas imposibles que nos hacen bajar de la bici. La ruta está muy bien indicada: cada dos por tres se pueden ver las marcas “rojo-blanco” del GR en los árboles, postes y farolas. Y, al menos hasta donde llegamos, no hay tramos de carreteras con mucha circulación. 



Sin duda, merecía la pena ese paseo, se llegara o no a Montserrat, así que habría que repetir y enseñar la ruta a los demás.






Objetivo Montserrat: prólogo




Desde que hemos empezado en esto de las bicis, hay una ruta que se nos ha metido entre ceja y ceja: Rubí-Montserrat. El plan tiene muy buena pinta: una salida para nosotros larga, 43 km; Un buen sitio para comer cerca de Monistrol. Una ruta que nos exigirá nuestras buenas horas de bicicleta y nuestro esfuerzo en pedaleo. En fin una ruta los suficientemente exigente como para decirnos qué otros retos podremos afrontar más adelante.

El problema es que somos unos pardillos, unos novatos que acabamos de llegar a este mundillo y, por lo tanto, estamos repletos de dudas e inseguridades, aunque cada vez menos. El caso es que nos preguntamos sí sabremos encontrar los caminos adecuados, si podremos afrontar lo que la montaña nos pondrá delante y si seremos capaces de hacerlo en un tiempo adecuado para evitar que la oscuridad de la noche se nos eche encima. Pero no desistimos, es una ruta que habremos de hacer más temprano que tarde.

Por ello, y para reducir el número de interrogantes que se nos viene encima cada vez que hablamos de esta ruta, hemos hecho un par de incursiones que contaré más adelante. Estas incursiones nos han dado la confianza suficiente para creer en nuestras posibilidades, así como nos han dejado más o menos claro el camino a seguir, al menos, en su parte principal.

Esta entrada no es más que la introducción de un reto, un pequeño esbozo de una idea que se forma y que poco a poco, como iremos viendo, va cobrando cuerpo. Espero que con el tiempo, nos haga gracia recordar lo que pensábamos cuando empezamos en esto, las dudas y las inseguridades, y podamos leer estas líneas con el orgullo de haberlas superado…

Publicacions - Articles antics